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Imsouane, un pequeño pueblo pesquero, alberga 2 de los mejores spots de surf de Marruecos. El más mítico es el de la Bahía, que puede formar olas de más de 500 m de recorrido. Allí seguramente tomarás la ola más larga de tu vida, pudiendo surfear hasta cerca de 2 minutos en la misma ola.
A continuación, el relato de un día en Imsouane saliendo desde nuestro surfcamp, Azul Guesthouse, situado en Tamraght, cerca de Taghazout.
El viaje hasta Imsouane
Decidimos partir antes del amanecer para aprovechar toda la marea entrante una vez allí. Para algunos, la ocasión de terminar de dormir en el coche; para otros, la oportunidad de disfrutar del hermoso paisaje marroquí. Pasamos por una multitud de spots famosos cerca de Taghazout: Anchor Point, Killer Point, Desert Point, Tamri… antes de llegar a las alturas de unas montañas. Los colores son magníficos con la salida del sol. Disfrutamos del verdor que ha crecido gracias a las últimas lluvias de hace 2 semanas. ¡El agua ha hecho mucho bien a la tierra!

Una vez bien despiertos, compartimos buena música que nos pone de muy buen humor. La emoción se hace palpable al aproximarnos a Imsouane. Tras algo menos de una hora y media de trayecto, tenemos una vista panorámica del spot. La bahía funciona de maravilla; ni siquiera son las 9 de la mañana y el día ya pinta increíble.
La llegada a Imsouane y la entrada al mar
Llegamos por una carretera muy pequeña, la única que conduce al pueblo, y este se alza ante nosotros. Ayoub, el conductor y profesor de surf de Azul Guesthouse que nos acompaña, conoce bien el camino y aparca justo frente al spot. Bajamos todos del coche, echamos un vistazo a la hermosa ola rompiendo y nos preparamos rápidamente. ¡Los trajes se ponen al instante, se enceran las tablas y es hora de disfrutar!
La entrada al agua se hace por el muelle de donde salen los barcos pesqueros. El ambiente es mágico, con el sol apareciendo detrás de las montañas y nosotros metiéndonos al agua al mismo tiempo que los pescadores. Tenemos el mismo objetivo: superar las olas. Los surfistas para disfrutar de una ola perfecta, y los pescadores para ir a atrapar la pesca del día que probablemente degustaremos después de la sesión. Una vez en el lineup, las derechas infinitas no dejan de romper.
La sesión de surf
El nivel dentro del agua es muy variado, y la ola se presta a ello. La derecha de la bahía es una larga derecha que rompe suavemente, dando tiempo a cualquier surfista de elegir su dirección. La ola es suave pero puede volverse un poco más hueca cuando la marea está baja, brindando un buen hombro. Aunque a menudo se la considera “una ola para longboard”, vimos surfistas con shortboard desenvolviéndose con total soltura. Incluso dos locales se lucían con giros potentes y algún que otro aéreo.
La ola rompe a lo largo de una distancia muy extensa, dejando espacio para todos. En el pico se concentran sobre todo aquellos con buen nivel, en busca de la ola más grande y potente. Unos cientos de metros más abajo, los principiantes disfrutan de la reforma, que ofrece una ola más pequeña pero igual de perfecta, incluyendo algunas izquierdas para variar.
Aquel día tuvimos condiciones ideales tanto para principiantes como para expertos. Hasta 1,20 m en las series, casi nada de viento y la ola funcionó durante más de dos tercios de la marea entrante. Al final, la sesión duró cerca de 4 horas para los más resistentes. Con la marea alta, si eliges surfear la ola hasta la orilla, puedes regresar caminando por el pueblo.
El después de la sesión
Tras 3 o 4 horas de sesión, el hambre aprieta. Llega la hora de recoger el material y sentarnos en alguna mesa de los restaurantes que hay junto al muelle. Una vista magnífica del spot y de los barcos pesqueros que regresan de faenar. El momento perfecto para comer un buen pescado a la parrilla. La elección del día fue dorada recién pescada, acompañada de una ensalada marroquí y un poco de pan. Todo ello con el clásico e imprescindible té a la menta. Decidimos quedarnos un rato más descansando. Otros se dan una vuelta por el pueblo para bajar la comida. Con la marea tan alta, la ola de la bahía deja de romper como antes.
El otro spot, Cathédrale, está en plena forma. Pero estamos demasiado cansados por la sesión para volver al agua. Nos pasamos brevemente por ese beachbreak de camino de regreso. Surfistas con muy buen nivel seguían divirtiéndose en las izquierdas y derechas del spot. Algunos seguramente volverán a la bahía al atardecer para disfrutar de las largas olas con la puesta de sol.
Esperamos haberte hecho viajar con este relato de un día en Imsouane. Si te ha gustado, no dudes en contactarnos para vivir otras aventuras como esta.
FAQ – Un día de surf en Imsouane
Sí, sin duda. La Bahía es conocida por sus olas largas y suaves, perfectas para aprender o progresar.
Puedes relajarte en la playa, disfrutar de los cafés junto al mar, explorar el pueblo pesquero o simplemente contemplar la puesta de sol desde los acantilados.
Imsouane es famoso por su ambiente tranquilo, auténtico y amigable. Ideal para surfistas que quieran reconectar con la naturaleza y el ritmo del océano.